Hoy pensábamos hacer un entrenamiento de rodillo, de estos
de los miércoles fuera de casa, pero Fernando ha decidido que la jornada una
vez concluida se merece estar en el blog principal junto a otras etapas. Por
eso no hay fotos, no estaba previsto, pero el día ha sido espectacular e
intenso, muy intenso.
Comenzábamos a las 16:30 en el trastero de José Manuel,
donde nos habíamos citado Alex, Fernando y yo; Juanmi estaba ausente por
funeral. De allí por el flanco norte del carril bici nos dirigimos hacia el
cementerio para reunirnos con los Pacos. El Sánchez puntual como siempre ya
había trepado vez y media la cuestecita del cementerio. El Martín informal como
siempre se había quedado dormido y aplazó el encuentro hasta la feria de
Ganado.
Afrontamos la ascensión de la cuesta del cementerio a buen
ritmo con serias amenazas de lluvia, pero decidimos continuar. Bajamos a toda
máquina hasta El Doña Brígida y enfilamos el puente de Gudino. Paco Sánchez nos
marca un ritmo vivo, pero que muy vivo. ¡Echo de menos al Capi! Sin descanso,
empieza la rampa de la Papelera, ¡Menos mal que al Sánchez le falla el cambio y
se retrasa! Yo me marco un ritmo exigente y subo bien con plato mediano, junto
con Fernando y Alex, que hoy ya vuelve a ser.
Llegamos arriba y no da tiempo ni a reponer líquidos, hemos
cantado línea pero se continúa para bingo, ¡Hay que joderse! En dos minutos nos
metemos en la antigua carretera N620 y subimos el “repechín” hasta la feria de
ganado. (Mientras Paco y Alex se quedan esperando al Martín en la glorieta,
Fernando y yo nos subimos el mencionado “repechín” de pie y en plato grande).
Fusión del grupo en la gasolinera.
Alex se erige en guía del grupo porque conoce la zona y nos
lleva a través de la urbanización de Vistahermosa afrontando dos nuevos
repechos de primera categoría, no hay más que ver en el perfil que suben por
encima del propio Pirulí. El Martín alardea de fuerzas y sube de una forma
descomunal con plato grande dejándonos boquiabiertos. ¡Sigo echando de menos al
Capi!
Arriba confusión porque no encontrábamos el camino adecuado
para llegar a las inmediaciones del Pirulí, pero al final apareció. Eso sí,
comienza a llover con cierta intensidad
y surgen dudas de si subir o cancelar. Llega el Sánchez y ordena subida,
nuevo zafarrancho. El camino es complicado y empinado, muy empinado. ¡Echo de
menos al Capi! El Martín vuelve con sus alardes, pero el verdaderamente fuerte
hoy es el Sánchez, que justo antes de la cima le da caza y lo rebasa fácil. Detrás,
Fernando, Alex y yo, los tres sobresalientes. El Martín arriba está blanco, casi
le da un vahído. ¡Hay que tener más cabeza! Llueve mucho así que hay que
regresar, bajando a toda máquina por la carretera de Matilla, Vistahermosa y
carril bici hasta el Romano y de allí cada uno a lo suyo.
¡Impresionante la etapa!
Pues esta hay que repetirla que quiero yo ver a toda la manada siguiendo al jefe sin rechistar y a ese lanzado com menos humos.
ResponderEliminarYo me apunto, pero sin competiciones, que vais como locos.
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