domingo, 5 de febrero de 2012

ALMENARA - FLORIDA


La enésima verdad del barquero:
“El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas.”
William George Ward. Teólogo católico  inglés y matemático.

Y es que en la ruta de hoy el viento se erigió en principal protagonista. Quedamos a las 10:30 en el edificio de Cruz Roja los cuatro magníficos: Paco Sánchez, Juan Miguel, Fernando y José Manuel. Sabíamos de antemano que el frío iba a ser protagonista y el viento también, por eso habíamos encargado al “router” un recorrido en el que la vuelta fuera cómoda. Ausentes Alex y Paco Martín, este último “ausente reincidente”.

Comenzamos el recorrido por la N630 hasta el Helmántico y seguimos hasta coger a mano izquierda el camino que entra en Aldeaseca. Notamos el viento de costado, Juanmi protesta y Fernando advierte que luego cambia a favor. Cruzamos el pueblo y tomamos el camino con dirección a Castellanos de Villiquera, adornado con constantes cambios de rasante y continuas subidas y bajadas, pero buen firme. El viento nos azota ahora de frente, luego de costado y a continuación de frente otra vez. Juanmi protesta y Fernando advierte que luego cambia a favor.

Llegamos a Castellanos y refundimos el grupo, continuamos por camino en dirección a Forfoleda. En mitad de la nada nos apetecía hacer alguna foto así que paramos. Con un fuerte viento de costado, divisamos Forfoleda a la derecha pero nosotros giramos a la izquierda con dirección a Almenara de Tormes y el viento ahora fuerte y de cara nos frena y nos frena. Fernando y yo íbamos un poco adelantados pero sabíamos que Juanmi protestaba por el viento y Paco debió decir que luego cambiaba a favor.

Llegamos a un terreno más resguardado del viento y en la bajada divisamos una charca, así que me paro para fotos, repostaje de líquidos y puñado de frutos secos. Amaina el viento y las protestas. La charca está helada, nos entretenemos observando la resistente capa de hielo y el paisaje invita a más fotos. Hay que seguir, que después de la bajada está Almenara.

Aunque los planes de Fernando eran de volver por la carretera de Ledesma, bajamos hasta el río y observamos que el puente construido por el Regimiento de Ingenieros 11 permanece abierto, así que cruzamos el Tormes y tras echar un vistazo al cerrado parque natural junto al río, continuamos nuestra ruta por el camino que nos lleva a Pino de Tormes. Ahora con el viento a favor da gusto pedalear, nadie protesta.

En Pino de Tormes desembocamos en la carretera que nos lleva a Florida de Liébana, a toda máquina por el buen firme y viento a favor, y de allí sin tregua hasta las inmediaciones del  “Puente Gudino”. Decidimos entrar en Santibañez del Río para contemplar las ruinas románicas de San Justo (que pena tener esto así). Hicimos alguna foto más.

Nos queda afrontar la última dificultad del día, cuesta de la papelera, que culminamos con destreza a pesar de la acusadora mirada de nuestro capitán a Fernando y a mí. Una vez allí, bajada por carretera hacia Tejares y de allí al carril bici. Despedimos a Paco Sánchez y los demás seguimos por la orilla del río hasta el polígono del Tormes.
¡Qué bien lo hemos pasado! Hasta otra.  
















2 comentarios:

  1. Solo se le ocurre a este grupo, salir de cara al viento por rutas que no hay ni sombras, manda ......, hay que buscar otras alternativas, rutas por valles o rutas cubiertas por arboles etc,

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    1. No estoy de acuerdo. Estos esfuerzos nos sirven de entrenamiento. Salir en bici no es solo disfrutar, también hay que aprender a sufrir. Si no entrenamos en esas situaciones, cuando sin querer nos veamos en ellas nos cagaremos la pata abajo.

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