“Decidimos hacer una visita a la Virgen del Viso. ¡Qué paz
se respira en el teso que acoge a la ermita!. Sin duda algo así debió pensar el
Duque de Wellington cuando en 1812 se subió allí para observar al ejército
francés, justo unos días antes de la batalla de Arapiles.”
Nos dirigimos como primer destino a Villares de La Reina
desde el polígono industrial y por carretera. Desde allí enfilamos también por
carretera hasta Monterrubio de la Armuña y sin tiempo casi para calentar
nuestras piernas abordamos la subida a la ermita de Nuestra Señora del Viso.
¡Qué alta le hicieron la posada a la Virgen! Habrá que pensar en nombrarla
patrona oficial del grupo y hacer peregrinaciones periódicas para visitarla.
¡En fin! Fernando, en un alarde de fuerza marcó un ritmo descomunal en la
subida que nadie nos atrevimos a seguir. Una vez arriba, fotos de rigor y
estiramiento de piernas. Creo que a este sitio lo denominan el balcón de la Armuña.
Las vistas son espectaculares desde aquí arriba.
Hay que seguir o nos quedamos fríos. Subimos unos metros más
hasta el punto geodésico por el camino y bajamos por la carretera hasta San
Cristóbal para relajar piernas. Después enfilamos otra carretera que nos lleva
de nuevo hasta Monterrubio y de allí carretera estrecha en dirección a
Carbajosa de la Armuña dejando a un lado Mozodiel del Camino. Se agarra un poco
la lenta, pero longa subida hasta Carbajosa. Tras la colocación de “paquete”
del Capitán continuamos nuestra ruta hasta La Vellés a través de una camino
bastante bueno, pero antes de entrar giramos a la derecha para tomar la carretera
de Fuentesauco en dirección a Salamanca.
A Juan Miguel se le ve fuerte hoy. Se adelanta del grupo
marcando un elevado ritmo hasta llegar a San Cristóbal. Cruzamos el pueblo y
comienza la rampa continua y larga pero con buena carretera. Subimos todos bien,
pero yo hoy me encuentro con mucha fuerza y me atrevo hasta a adelantarme para
hacer fotos. A continuación cogemos el camino que nos conduce de nuevo a Los
Villares y de allí al Polígono del mismo nombre para entrar por Federico Anaya.
Fin de trayecto.
El miércoles más…
En este recorrido noté algo raro. Faltaba Paco al que califico de fogoso a la vez que animador.
ResponderEliminarLo raro fue el silencio. Nadie hablaba, nadie comentaba nada. ¿Era para guardar reservas?¿Cansancio? ¿Algún disgusto deportivo? ¿Alguna promesa? Bueno, yo soy poco hablador, así que lo mío es normal.
En fin, que no me lo explico. La etapa del silencio, pensé al acabarla. Eso descartando el enfado contra el diseñador de la ruta. Si fuese así, espero prepararlas peores...