Primum vivere deinde
philosophari.
¿A qué viene semejante latinajo,?
¿por qué tamaña pedantería?
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Paco sujetando nada |
La ruta de hoy, cualquiera la
puede contar mirando el mapa. Para evitar ese trabajo, aquí va el trayecto:
Salamanca (desde Cruz
Roja)-Aldeaseca de Armuña-Villares de la Reina-Monterrubio de la Armuña (de
reojo a la derecha la ermita; esta vez superamos la tentación de subir la
cuesta)-La Mata de la Armuña-Palencia de Negrilla (llegamos tarde y tampoco
esta vez pudimos ver su retablo)- Negrilla de Palencia-La Vellés (abandono de
un pajarraco que retorna a su nido)-Pedrosillo el Ralo-Gomecello (aquí un
pincho de tortilla que se convirtió en "pónganos media tortilla"
[para tres pájaros])-Aldealengua (un poco antes se celebró el evento de los
5.000; si ustedes no lo entienden lo siento)-Cabrerizos (a dos pájaros se les
fue la bici hacia el monte, eso no es otra cosa, lo subieron lo bajaron y tan
contentos)-Salamanca (para llegar a casa "que estaba enfrente" pues
tuvimos que "pasar por Roma" ya que San Silvestre no hizo más que
ponernos barreras. ¡Ah! ha sido todo por carretera.
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El 5000 |
Partícipes: Juan Miguel; Paco y
su hijo Pablo, que estrenaba bici y ya se le ha manchado un poco, pero queda
pendiente la ceremonia del bautizo; Antonio de Dios al que hoy hemos despertado
temprano, estaba durmiendo, para avisarle de la salida y no ha dudado en venir;
Paco Martín que desde hace un tiempo tiene síndrome de nido abandonado, pues no
han transcurrido 5 km. y ya está diciendo "yo me voy a dar la
vuelta", y Fernando.
Y hasta aquí VIVERE. O como dicen
otros "panem, manducare, vivere". Lo siento por los que no estudiaron
latín, pero a mí me vienen a la cabeza estas lindezas.
Ahora PHILOSOPHARI.
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De nuevo |
Se cierra por este año la
temporada de salidas de La Pájara. Han sido muchos kilómetros, al menos para
nosotros. Vividos intensamente. Sufridos en silencio, sufridos con gritos y
expresiones que no se pueden reproducir para no romper este discurso tan
educado.
Kilómetros, rutas, carreteras y
caminos, polvos, barros, piedras, bordillos, baches, roderas, desarrollos
grandes, medianos y pequeños. Caminos que se acaban, destinos que a veces se
nos esconden.
Madrugones, retrasos, ropas de
invierno, ropas de verano, bidones de líquido insuficientes con el calor,
frutos secos, frutas secas, vino, jamón, café...
Es este un plato que solo se
saborea si se ha probado, así, todo mezclado, como un gazpacho en pleno verano,
o una ensalada de frutas a cualquier hora.
Fotos, fotos y más fotos. En
todas se percibe la superación de los retos. Quién la manifiesta levantando los
brazos, unos laaargos brazos; quién con la uve de victoria; quién con una
sonrisa abierta; quién con los brazos cruzados, esperando más; quién buscando
siempre el lugar más alto, buscando el espacio sideral...
No podemos olvidar a quien, por
su trabajo trasnochador, no nos acompaña las veces que él mismo querría. Una
pena.
Esto y mucho más es La Pájara.
Detrás están nuestras familias
que nos aguantan, o que no se aguantan y llaman por teléfono (siempre, todas
las veces) en cada salida; y que se callan lo que han estado pensando hasta que
cruzamos la puerta de casa. Desde aquí gracias a TODAS.
Aquí dejo un montón de líneas disponibles para que cada uno, si quiere, añada ese detalle importante que se me ha escapado, o resalte esa anécdota, o simplemente diga: ¡¡¡VIVA LA PÁJARA!!!