Asisten: Paco, Juan Miguel, Pedro, Fernando y José Manuel.
Ruta: Santa Marta, Átika, Calvarrasa de Arriba, Pinar de
Alba, Mesa de Carpio-Bernardo, Villagonzalo, Calvarrasa, Carbajosa, Santa
Marta, Salamanca.
Comentarios:
¿Y por qué este nombre a la ruta de hoy? Pues muy sencillo,
se trataba de hacer la ruta de Carpio-Bernardo pero al revés, por hacer algo
distinto, como le gusta a Paco.
Lo cierto es que de haberlo sabido Pedro, nos hubiera
esperado junto a la carretera de Alba y se habría ahorrado unos kilometrillos a
la par que ganado algo de tiempo al madrugón.
Aunque dijeron que bajaban las temperaturas, no hacía frío,
pero enseguida comenzó a lloviznar, para asustarnos, pero ya saben, “a un
pájaro que le ha…”
Hoy decidimos conceder vacaciones a nuestro “router”
habitual, Fernando, que optó por seguir en segundo plano las primeras
discrepancias entre Paco y Juanmi, nada más salir de Calvarrasa ¿O fue antes de
entrar?
Noté al Capi un poco distante, siempre en cabeza y unos
metros adelantado… Sin duda algo le pasa. Fernando sugiere el primer posado
antes de retomar la carretera de Alba para buscar el pinar. Un caminante nos
informa de la inexistencia de camino alguno para llegar a dicho pinar que no
sea la susodicha carretera. Al despedirnos declara tener un intenso dolor de
“culo” por lo sucedido el pasado sábado… (luego descubrimos gratamente, que
también sale en bici).
Tras un vertiginoso descenso, seguido de una pequeña rampa,
cruzamos la urbanización para sumergirnos en el pinar de Alba, donde realizamos
nuevas instantáneas. El Capi sigue adelantado y como triste… Algo le pasa.
Enseguida salimos a la carretera y afrontamos la subida al Carpio, que por este
lado es mucho más suave al ahorrarnos la rampa entre Villagonzalo y la base del
propio Carpio, como bien apunta Pedro.
Nuevas fotos desde el alto, aunque la mañana no está del
todo clara. Abajo, los cazadores disfrutando del domingo, aunque luego comprobamos
que no se les daba muy bien la mañana. Bajada hasta Villagonzalo por carretera
a toda máquina y giro a la izquierda a sugerencia de Juanmi, para disfrutar de
un encinar maravilloso, por un camino que no sabíamos hacia donde nos llevaba.
Bueno, no sabíamos la mayoría, excepto nuestro Capi, que hoy
tenía una visión más aguda de lo habitual, y no tardó en señalar una ermita en
ruinas a la cual debía conducirnos aquel incómodo, pero bonito trayecto. Y cómo
de bien nacidos es ser agradecidos, Fernando, Pedro y un servidor, hicimos la
correspondiente reverencia junto a las citadas ruinas a nuestro hoy director de
ruta. No se portó igual Paco, que se mostraba un tanto “intercadente” por no sé
qué asunto de la semana…
El trazado restante hasta Calvarrasa fue cuestión de unos
minutos a ritmo intenso, a veces excesivo. Finalmente decidimos que el madrugón
de Pedro debería ser recompensado degustando las “birras” en Carbajosa, en una
taberna por él sugerida.
En definitiva, ruta bonita, bastante entretenida y como
apuntó Fernando, muy “vistosa”…
¡Ahhh!
Me olvidaba que hoy el Capi estrenaba unas discretas gafas graduadas para la
bici que manifestó haber adquirido “yo no sé dónde”. No eran fotocromáticas,
así que deben ser baratas.
Algunos recuerdos: