domingo, 20 de mayo de 2012

TACHUELING DAY


“Dicen los libros indios que dondequiera pone el hombre la planta pisa siempre cien senderos.” José Ortega y Gasset.

Asisten: Paco Sánchez, Fernando, Juan Miguel y José Manuel. Cita a las 9:30 en antiguo Mercasalamanca. Llego un pelín retrasado. Nuestro “router” ha previsto para hoy un perfil de ruta dentada como jornada de entrenamiento. Hay que irse acostumbrando al terreno sinuoso de cara al “Camino”.

El día parece frío por lo que nos hemos abrigado, pero engaña, seguro que pronto empieza a calentar. Salimos por la Calzada de Medina dirección Cabrerizos y ya en las inmediaciones, donde el terreno pica para arriba noto que la ropa me abriga en exceso. Cruzamos el pueblo y salimos con dirección a Moriscos. Como adivino la primera rampa dura antes de llegar paro para aligerar vestimenta y me despojo del maillot de abrigo, así que me toca afrontar el repecho en solitario, aunque arriba me esperan.

Bajamos a Moriscos y afrontamos el trocito de carretera a Castellanos. Justo al salir cogemos el camino de la derecha con dirección a Villares y desde allí de nuevo a la derecha para afrontar la subida a la ermita del viso a toda máquina aunque lo hacemos por la parte más suave. En el último tramo Fernando deleita a los “Avelinos” (amigos de MTB) poniéndose de pie sobre su “galga” y afrontando el repecho a toda máquina. Estos que lo ven pasar exclaman… ¡OHHHH!

Bajamos a Monterrubio y de allí camino hacia Aldeaseca, recordando nuestra última oda al barro. ¡Hay que joderse! lo bien que está hoy este camino y lo mal que nos lo hizo pasar hace tan solo unos días.

Seguimos la ruta: Aldeaseca – Castellanos de Villiquera y vuelta a Aldeaseca por otro lado. Incluye el tramo un nuevo perfil dentado bajando a tumba abierta desde Aldeaseca  y subiendo a toda pastilla la cuestecita, con precaución incluida por obras en el valle. ¡Hay que volverse a joder! Lo mal que lo pasé yo desde esa rampa el día que veníamos de Zamora.

Fernando nos indica ahora un nuevo trazado que nos llevará a Villamayor y que hizo el pasado jueves en solitario. Advierte que hay que cruzar a pie un arroyuelo prácticamente seco. En un entorno natural privilegiado hacemos unas fotos y después… ¡Súbitamente se nos acaba el camino! Fernando asombrado exclama “¡No puede ser! – Esto el jueves era camino”, pero hoy estaba arado y sembradito. A lo lejos el “clandestino- expropiador” con su todoterreno hacía “aspavientos” a la vez que gritaba ¡Por ahí no! ¡Por ahí no! A “morrongos” le va usted a decir, esto es un camino y por aquí cruzamos y después atravesamos el charco, a patita, ante la vigilante mirada del siniestro delincuente.

Arribamos a Villamayor por un sitio “raro, raro, raro” y paramos de nuevo para comer algo. Intentamos visitar el Museo de las canteras de piedra de Villamayor, pero está cerrado y eso que son las fiestas. Otro día será. Salimos hacia el Doña Brígida, pero como es día de tachuelas afrontamos otro “repechín” hasta una torre que no sé qué es, donde nos hacemos más fotos.

Fernando nos invita a la última "tachuelaza" junto al hotel de Mariano; no me entra el plato pequeño así que voy con el mediano ¡Qué sufrimiento! y después cuesta del cementerio.

Bajada, “birras” en la zona para despedir allí a Paco y cada uno a su casa. Se ha vuelto a levantar fresco o es que se han acabado las “tachuelas”.  ¡Hasta otra!







domingo, 13 de mayo de 2012

DE CAÑADA A CAÑADA


… sin subida ni bajada.

Una cañada real debía tener una anchura de 90 varas castellanas (72,22 metros) y tenían la característica de ser trazados de muy largo recorrido (más de 500 km) y discurrir principalmente en dirección norte–sur con las lógicas limitaciones que impusiera la geografía. Con la regulación real, quedaba asimismo prohibido el recorte que realizaban comúnmente los propietarios de fincas colindantes mediante el movimiento de mojones”.

Era un antojo de “El Capi” esta ruta y… sus antojos son órdenes para nosotros. Quedamos Juanmi y José Manuel con Fernando a las 9:30 en la glorieta del camino de las aguas y con Paco Sánchez y Pepe “El farmacéutico” a las 9:45 en el romano. Éstos últimos olvidaron proteger sus cabezas antes de salir de casa y al Capi le tocó recaudar hasta tres cascos antes de salir… ¡Qué poderío..! Ya desde el principio.

Partimos por carretera saliendo por Tejares y la antigua N620 con dirección Portugal para salir por el camino a la derecha un poco antes de llegar a la feria de ganados. Cruzamos la vía del tren y dirección Doñinos donde me ajusto el casco antes de entrar en la CAÑADA DE LOS MÁRTIRES. El día estaba ideal para la bici: buena temperatura, sin viento, quizás algo de calor por poner un “pero”. En esta primera parte el camino estaba un poco más difícil por las duras y contorneadas roderas amén de algún que otro charco “sorpresa”, pero todos lo afrontamos con solvencia. Veo al Capi muy motivado y fuerte hoy.

Hay que decir que un servidor propuso ir a un ritmo asequible, similar al que podemos hacer en “El Camino”, pero unas veces Paco Sánchez, otras un servidor, otras Fernando, Juanmi y hasta Pepe… ¡No es posible…! ¡Vamos muy de prisa! Y eso que hoy debe haber bajado un poco “la media”, pero sigo pensando que vamos muy de prisa.


 Cómo que en un verbo nos metemos en la finca del “pavo real” (creo que Torre de Martín Pascual), que hoy está escondido y no saluda. Y de finca a finca nos metemos en la de nuestro amigo “el pitbull” blanco (creo que Pericalvo), que ni se molesta en saludar. ¡Estos bichos están perdiendo las formas! En un tris pasamos junto a Santo Tomé de Colledo y de allí casi nos metemos en Rollán ¡Qué bárbaro!

Giramos  a la izquierda por un camino precioso con los trigales verdes y creciditos, donde hacemos unas fotos y emulamos… hacer… en los trigales… ¡Es broooma! Yo creo que ninguno sabíamos dónde estábamos y hemos cambiado de nombre a todos los pueblos de la zona ¡En fin! Es lo bonito de improvisar... Siguiendo a nuestro instinto llegamos a Canillas de Abajo… Era así porque lo decía en las señales y no porque se nos hubiera ocurrido a nosotros. Desde allí carretera en dirección Calzada de Don Diego, al que dejamos a la izquierda y cruzamos la autovía para coger un camino con destino a la finca “El Tejado”.

Empiezo a notar a Fernando un poco inquieto porque llevamos casi 40 km y no tiene claro a dónde nos dirigimos, pero amigo… “El Capi” es hoy quien manda y le veo solvente y seguro. Buscamos una sombra para comer algo, a Paco le veo como siempre “muy fuerte”, a Fernando hoy le noto dubitativo, además nos advierte que llevamos poco líquido y a Pepe le veo bien, pero ya empieza a sufrir por su larga temporada de inactividad. El equipo es perfecto porque a nadie se le escapa un detalle ¡Es un lujo ir con estos tíos!

“El Capi” lo tiene claro: Hay que acercarse hasta el castillo de “La Duquesa”, así que… ¡Allá vamos! Mereció la pena… hacer unas fotos, repostar agua (gracias al servicio) y vuelta por la otra CAÑADA, la DE EXTREMADURA. ¡Precioso! está el camino, aunque hace algo de calor. Indulto unánime al Capi por la larga ruta. Como seguimos a buen ritmo nos ponemos rápido en “El Rodillo”, y eso que tuvimos pinchazo del Capi. De allí a la vieja N620 donde entramos por la zona de “La Rad” y carretera ascendente hasta la feria de ganados donde Pepe sufre, pero los valientes saben sufrir, así que éste debe de ser un valiente, y Juanmi… ¡Joder cómo va hoy “El Capi”!  Sánchez hizo de buen acompañante con Pepe y refundimos grupo en el barrio de Buenos Aires. Nos despedimos junto al Romano de Pepe y Fernando, que lleva un brazo lastimado, pero seguro que no es nada.

Sánchez, El Capi y un servidor degustamos una “jarrita” mal servida en el “bareto” de “El romano”. DESPEDIDA y HASTA OTRA.

domingo, 6 de mayo de 2012

SAN PEDRO DE ROZADOS


Define el Diccionario de la R.A.E. el vocablo “VARGA” en una de sus acepciones, como “parte más pendiente de una cuesta” y no le falta razón.



Quedada  a las 9:30 en rotonda Aldehuela entre Juan Miguel Fernando y José Manuel y 9:45 en Puente Romano con Paco Sánchez. No llueve e incluso hace sol, temperatura ideal aunque seguro que en las cuestas pasamos calor.

Salida por carril bici hacia Aldeatejada. En uno de los tramos adelantamos a la Macarro que va haciendo “footing” y se la ve en plena forma. La Guardia Civil riñe al “Capi” para que ingrese en el carril bici justo antes de que este se acabe.
Seguimos por la carretera, siempre picando hacia arriba. Paco y Fernando paran para quitarse ropa de abrigo, así que  Juan Miguel y yo nos adelantamos ligeramente pesando que al fuerte ritmo que suelen llevar nos darán caza enseguida.

A lo lejos ya diviso el comienzo de la “Cuesta de la Varga” y llevo buenas sensaciones, así que aligero el ritmo para dar caza a un ciclista que decide seguir recto en lugar de girar a la izquierda. Afronto el ascenso con un ritmo constante y bastante vivo, Juanmi se me descuelga ligeramente. La cuesta es dura pero la subimos todos con soltura. Arriba espero a Fernando que viene cerca y hacemos unas fotos a Paco y Juanmi que llegan después. Aprovechamos para reponer líquidos.
Seguimos para San Pedro y el terreno sigue picando hacia arriba, aunque no como la cuesta. Pero hoy voy como un “tiro” y subo moviendo un desarrollo “soberbio” ante la estupefacta mirada de Paco Sánchez, que me invita a bajar de plato. Hoy no hago ni caso.

Llegamos a San Pedro y buscamos un soportal junto a la iglesia para poner las bicis. Hacemos más fotos, comemos algo y saludamos a unos perros, que como siempre enseguida intiman con Fernando. No me queda otra que hacerles fotos a ellos también.

Salimos para Salamanca abordando sucesivos toboganes hasta llegar a Santo Tomé de Rozados, donde paramos para que Paco y Fernando vuelvan a abrigarse para afrontar el largo y pronunciado descenso que nos pone casi sin dar pedales de nuevo en Aldeatejada.
Ingresamos de nuevo en el carril bici para dirigirnos al Romano. Justo antes Fernando abandona el carril y se mete campo a través para sorprendernos con una “absurda voltereta” que terminó sin consecuencias.

Termina la jornada con unas “birritas” en el romano y a felicitar a las mamás, que es su día.