domingo, 27 de noviembre de 2011

SALAMANCA - LEDESMA - SALAMANCA


IMP CAESAR AVG PONTIF
MAXIM TRIBVUNIC POT XXVIII
COS XIII PATER PATR TERMINVS
AVGVSTAL ÍNTER BLETISAM ET
MIROBR ET SALAM

Y así nuestro compañero Fernando en su papel de cónsul Bleto y escoltado por el grupo ciclista “La Pájara”,  por instrucción expresa del emperador César Augusto, pontífice máximo de la potestad tribunicia XXVIII, quedó al cargo de la ciudad que se denominó Bletisa, posteriormente Letisa, Letesma, para pasar finalmente a Ledesma.

Estaba previsto partir a las 10:15 desde el edificio de Cruz Roja, pero finalmente se retrasó un poco y partíamos algo más tarde. Convocados Fernando, Juan Miguel, Paco Sánchez, Alex y José Manuel. Ausente todavía Paco Martín convaleciente de cirugía leve. El día estaba frío y desapacible con una niebla espesa y húmeda, pero… ¡Bendita locura! Además afrontábamos nuestra ruta más larga hasta la fecha.

¡Enhorabuena!  Al reaparecido Alex. Tras una larga ausencia se portó como un verdadero “CABALLERO” al lado de su nuevo cónsul. Además, a mi me sirvió de gran ayuda en el regreso. Esperamos que este haya sido el reinicio de una larga campaña.

Iniciamos la ruta por la vieja carretera de Zamora hasta coger un camino a la izquierda que nos enfila a Aldeaseca. De allí varios caminos entre chalets furtivos nos dirigen hacia el monumento a Colón. En medio cruzamos un puente en el que paramos para hacer las primeras fotos. Dejamos a un lado la rampa del monumento y seguimos hacia nuestro destino por un laberinto de caminos embarrados entre la espesa niebla. No puedo deciros por donde pasé. ¡Menos mal que el GPS de Fernando nos advertía de las equivocaciones…!

En uno de esos aparece una portera cerrada, que Fernando no duda en abrir ante los malos augurios de Juan Miguel. ¡Ojo! Que nos puede aparecer ganado bravo advertía “el capitán”, pero nosotros no hacíamos caso. ¡Por aquí no hay! respondía Fernando. Alex miraba al suelo y veía unas “mierdas” de tal tamaño, que no podían ser sino de bravos morlacos, pero… Bueno, lo que sí nos encontramos fue una numerosa piara de marranos ibéricos que nos persiguieron durante un largo trecho esperando que quizás les diéramos de comer.

 ¡Por fin! Y tras cruzar varias porteras, volvemos a la cañada. ¡Esto ya me gusta más! Decía Juan Miguel. Nos cruzamos con un grupo de cazadores con “galgos”. Alguno debió “olisquear” a la máquina de Fernando, pero sin consecuencias… Este último trozo se nos hizo un poco largo por la niebla, pero parando a alguna foto y observando a un “jabatín” que nos cruzamos por fin arribamos a Ledesma. Nos teníamos ganado el almuerzo, pero aún había que afrontar el repecho hasta el mirador. 

Arriba nombramiento de Fernando como nuevo cónsul “Bleto” de la ciudad. Celebración con reportaje de fotos, bocata de jamón  y degustación de café manchado de licor patrocinado por el nuevo cónsul. Todo exquisito, aunque hacía mucho frío. Hay que decir que la escolta estuvo impecable en toda la ruta: Avanzadillas de Paco Sánchez, Vaivenes de Juan Miguel y Alex y yo como siempre en retaguardia.

Hora de regresar, por la carretera como estaba previsto. Aunque la niebla persistía no parecía peligroso. Los primeros toboganes hasta alcanzar Juzbado me hicieron mella y la fatiga se apoderó de todo mi organismo. ¡Sufría una pájara descomunal! Pero mis compañeros no dudaron en mimarme y traerme a un ritmo asequible. Gracias a todos.

Pasada la finca de “Valcuevo “ paramos en la gasolinera para dar un baño a nuestras máquinas. Los barros de la mañana habían dejado huella en ellas y lo necesitaban más que nunca. Sólo faltaba superar el repecho tras cruzar Villamayor, que con las fuerzas justitas se hizo largo. Y por fin entrada en Salamanca y fin de trayecto. El frío en nuestros cuerpos impedía una celebración final de“jarritas”. Ya volverán.




 


 






4 comentarios:

  1. Otra jornada memorable del grupo "la pájara". El único pero, la niebla, que no nos dejo disfrutar del paisaje. Además, algo cansada se hizo la vuelta, pero ya estoy pensando en la siguiente: quizá Zamora?

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  2. Creo que me repito. No sé si disfruto más con las marchas en bici y la alegría del grupo que con la lectura de estas crónicas.
    Dejando al margen nombramientos honorarios (este grupo no necesita quien le mande)y una vez cumplido el objetivo, fue una pena la niebla que no nos dejó un instante ni para contemplar el paisaje ni para comer relajadamente con el río a nuestros pies.
    Espero que haya otra ocasión para disfrutar de este recorrido.

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  3. La crónica corta, para lo largo que fué el camino. El bocata de vicio, el café exquisito, la compañía un lujo.

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  4. Sois unos jabato. Con el día que hizo y vosotros como si nada. No hay quien os pare.

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