

Ausentes: José Manuel, por convalecencia (y no hacer uso, como se le dijo, del calor de pecho ajeno), Paco Martín, también convaleciente, con problemas en un pie, y Alex, que dijo aquello de “si puedo no voy”. Él sabrá por qué.




Después de recorridos unos cuantos kilómetros paramos para hacer las primeras fotos, con la carretera de fondo. Pasaba por allí un paisano de Juanmi, que paró y nos hizo las pocas fotos que tenemos los tres juntos.
Después de la parada continuamos. Fernando con un ritmo frenético, le digo yo que si es para probar la galga, pero creo que no, que ya la ha probado suficiente. Más bien es para probar al galgo que “la monta y la domina”. El caso es que cuando accede a esperar y le alcanzas dice eso de “¡Como es llano ….!”. Como si en el llano las bicis fueran solas ...



Efectivamente, al salir del pueblo a la izquierda, después de una corta subida, hay una fuente romana de la que dicen que nunca deja de manar el agua. Es bonito y además es cierto, manaba el agua por debajo de la roca. Llegó un paisano por allí, y nos indicó que la parcela contigua estaba en venta, 800 metros. Le tiramos de la lengua, diciéndole que Juanmi estaba interesado en comprar casa en el pueblo. Así que el abuelo no se hizo de rogar, y nos dijo que pedían 9.000 €, ni uno menos.
Lo de la fuente al lado está muy bien, pero la parcela está en cuesta, y además no nos gustó el último comentario que hizo. Le comenté yo que en verano la zona sería fresca y él contestó que no tenía mucha humedad… No sé yo… Me acordé de lo que suele decir nuestra compañera, y sin embargo amiga, Felisa Peláez: “Excusatio non petita, accusatio manifesta”. Seguro que allí sale agua hasta de debajo de las piedras, como comprobamos en la fuente.


Luego seguimos rápido, pues cuando no tiraba uno, tiraba otro, y todos con la lengua fuera. Cruzamos “sin parar” el municipio de Parada de Arriba, y luego seguimos hacia Doñinos. Después de Doñinos, Tejares, y Salamanca.
Con las prisas de votar
o no votar, no ha habido birritas, así que… cada uno a su casa y Dios a la de
todos.
¡Qué envidia siento!, miembros de "La Pájara". La ruta tiene que haber sido entretenida, en un día maravilloso para la bici. Y además, ¡Qué alegría! me produce ver que las crónicas, las fotos y las costumbres siguen a pesar de mi ausencia. Bueno, echo en falta "las birritas" sin que sirva de precedente.
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