“Bordeando el Tormes por sus dos márgenes en vísperas de la conmemoración del desquite estudiantil: tras el exilio temporal de meretrices y pupilas para el ayuno carnal de la cuaresma, retornan a la ciudad capitaneadas por el pintoresco Padre Putas”.
Se produjo la quedada a las 9:50 en la Glorieta del Camino
de las Aguas. Cuando llegué, un pelín retrasado, allí estaban “El Capi” Juanmi,
Fernando y… ¡Sorpresa! “Tres Pedros” – hermano y sobrino de “El Capi” y otro
amigo. Nos vamos por el carril bici hasta el puente romano y de allí subimos
hasta la glorieta del Cementerio, donde habíamos quedado con “Los Pacos” a las
10:10. Como siempre el Sánchez puntual, pero el Martín… ¡Ay el Martín! Así que
mientras esperábamos… subimos la cuesta del Cementerio por grupos. Me dijeron
que los Pedros se portaron a pesar de no estar en su mejor momento de forma.
Debido a que las vísperas ha llovido bastante, decidimos ir
por el carril bici hasta la finca de Valcuevo, así que bajada frenética hasta
el Doña Brígida y de allí al puente Gudino para tomar el camino que dirige a la
carretera de Ledesma. En estos tramos ya notamos la dureza del aire en contra
pero vamos despacio por los invitados. Al final del tramo de camino hicimos una
breve parada para ayudar a unos paisanos a arreglar un pinchazo ¡Hoy por ti,
mañana por mí!
Afrontamos después el tramo de carril bici hasta Valcuevo y
hacemos una breve incursión en la finca para tomar las primeras fotos. Entretanto,
acordamos dirigirnos por la carretera hasta Almenara de Tormes y volver por
Florida de Liébana. Los Pedros no se atreven porque todavía no están en
plenitud de forma, así que deciden volverse. ¡Muy Bien! se portó el pequeño. Si
fuera mi ahijado le regalaría sin dudarlo el maillot rojo o azul de Etxeondo.
Continuamos por el arcén de la carretera de Ledesma, ahora
con un ritmo más vivo, así que el Martín empieza a rezagarse ¡Vaya viajecito
que nos pega! Mientras esperamos, decidimos dar un paseo en bici por la
Hacienda vitivinícola Zorita en Valverdón. ¡Qué arregladito lo tienen todo! -
¡Claro, como no dejan verlo a los visitantes! Bueno alguna foto hicimos…
Continúa nuestra ruta hacia Almenara, ahora con un viento en
contra más fuerte. Decidimos entrar a relevos y marcamos un ritmo elevado que
por supuesto el Martín no está dispuesto a seguir, así que vuelve a rezagarse.
Nos da lo mismo y ahora entra al relevo Fernando, después el Sánchez (vaya
estado de forma que atraviesan estos dos). “El Capi” y un servidor nos
defendemos bien y también damos nuestros relevos. En el último kilómetro,
mientras esperamos al individuo, decidimos engrasar el plato pequeño y los
piñones grandes, que se nos están oxidando de no usarlos. Ya refundido el grupo
bajamos al puente de hierro, nuevas instantáneas y nos acercamos al centro de
interpretación, pero no entramos a verlo porque cobran y llevamos prisa. Allí
fuera hacemos el avituallamiento habitual y las fotos de rigor en un columpio
que encontramos. (El Martín se comió su media barra de pan con unas láminas de
jamón).
Ya de regreso cogemos el camino hacia Pino de Tormes
disfrutando del paisaje con el aire a favor. Allí tomamos la carretera a
Florida de Liébana, ya con un ritmo alto, y continuamos hasta el puente Gudino.
Aquí nos salimos al campo para ir por el camino recién arreglado hasta el hotel
de Mariano y afrontamos de nuevo la subida del cementerio, esta vez por la
parte suave así que a ritmo fuerte ¡Joder como suben Fernando y el Sánchez!
Arriba “El Capi” me ajusta el freno trasero que me iba chillando y tras el
descenso despedimos a Paco Sánchez, para seguir por la parte noreste del carril
bici hasta Carrefour, etc, etc…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tú opinión nos interesa.