domingo, 2 de junio de 2013

COLONIZACIÓN EN CILLORUELO


Participantes: José Manuel, Paco Sánchez, y Fernando.

Participantes en el festejo: Pilar y Antonio de Dios (anfitriones), Marisa y  José Manuel, Ana y Paco Sánchez, Mª Carmen y JuanMi, Teresa y Nicolás y Fernando.

Este día nos esperaba una fiesta en el garito/jardín previa invitación y por gentileza de Antonio de Dios.

La joven pedanía de Cilloruelo (dependiente administrativamente de Encinas de Abajo) se fundó hace 50 años, cuando el Instituto Nacional de Colonización expropió la dehesa de Cilloruelo en 1958, con el objetivo de que estos terrenos formaran parte de un programa de asentamiento de colonos agrícolas. 

Aunque nosotros no somos agricultores, nos gusta mucho eso de colonizar nuevas tierras a bordo de nuestras bicis. Y como además había que hacer hambre, nos acercamos hasta Cilloruelo para reconocer el terreno. No obstante, nuestro reconocimiento se limitó a verificar la existencia del pueblo y nada más, pues no acertamos con la posición del caseto. Dicen que “el que tiene lengua a Roma va”, y así podría haber sido si hubiésemos encontrado a alguien a quién preguntar (sobre todo con las pistas sobre gustos que nos había dado Antonio), pero fue inútil: el casco urbano estaba desierto. Prometimos volver a medio día para re-colonizar la zona.

Nuestro router había marcado el trayecto de ida por el margen derecho del Tormes, desde Santa Marta pasando por Pelabravo, pero la cosa “se torció” cuando el camino había sido engullido por algún despiadado agricultor (colono de caminos) que nos obligó a deambular por la zona hasta que conseguimos llegar a Machacón. Una vez allí fue fácil cruzar de nuevo el Tormes por el viejo puente de Encinas y arribar a Cilloruelo.

La vuelta se decidió por Huerta y aprovechamos la trayectoria para visitar la explotación horticultora de Luis, quien nos recibió con un elegante traje regional. La visita fue fugaz, pues somos colonos, pero no agricultores.

Acabamos el plan subiendo la cuesta de Aldealengua, a la que le va desapareciendo el nombre de cuesta para llamarla inclinación levemente ascendente, y regresando a casa pronto con el fin de ponernos limpios y guapos para participar en el festín y dar cuenta de ensaladas, bocaditos, vinos, cervezas, PAELLA, postres, etc., etc.





2 comentarios:

  1. Como no tengo fotos ni de la ruta en bici ni del festejo... ¿Me pasais alguna y la subo...? ¡Porfa!

    ResponderEliminar
  2. Magnifica ruta y estupendo festejo posterior. Para repetir.

    ResponderEliminar

Tú opinión nos interesa.