domingo, 2 de febrero de 2014

EL AGUJERO NEGRO



Asisten: Juan Miguel, Paco, Pedro, Ángel, Anselmo, Ventura y José Manuel. Bueno… y un rato Emilio.

Ruta: Doña Brígida, Florida de Liébana, Pino de Tormes, San Pedro del Valle, Zarapicos, Parada de Arriba, Florida de Liébana, Salamanca.

Comentarios: Comenzó la mañana con un problema de sincronismo entre un servidor y mi reloj despertador, que no me permitió estar puntual a la quedada del Puente Romano, pero sí integrarme al grupo en el inicio de la cuesta del cementerio. Tampoco estuvo en la salida Fernando, éste por un problema de conciliación de sueño durante toda la noche anterior.

Aunque hacía frío, la soleada mañana invitaba al optimismo a pesar de la planificada ruta por asfalto debido a los barrizales acumulados. Nada más cruzar el puente de Gudino se unió al grupo Emilio Galán, que nos asombraba con su recién adquirida “galga” KTM  de 29” y neumáticos antipinchazos “tubeless”, todo un lujo para nuestras ajustadas carteras.

Por su parte Ventura, que llevaba inactivo varios meses, enseguida empezó a acusar el paso de los kilómetros y le costaba seguir el ritmo del resto. Menos mal que el viento no quiso castigarle más. En definitiva que sin prisa, pero sin pausa, nos pusimos en San Pedro del Valle, donde había que hacer parada obligada en la fuente romana para bautismo de los nuevos: Ventura y Emilio, que no conocían el paraje.

Visto el flojo estado físico de Ventura, decidimos acortar la ruta prevista, subiendo la tendida rampa hasta Zarapicos. Fue aquí donde Emilio Galán, haciendo alarde de un poderío sobrenatural, decidió acelerar la “marcheta” y tras un fallido intento de seguirle de Paco y un servidor desapareció en el horizonte sin que nadie volviera a saber de su paradero. Todavía estoy sospechando que tal vez salió volando, como ET, y después se lo tragó un “agujero negro”.

Por detrás el bueno de Ventura hacía lo que podía para seguirnos a duras penas. Llegados a Parada, giramos a la izquierda para volver sobre nuestros pasos en Florida de Liébana y vuelta al Doña Brígida, donde Ventura hizo lo contrario que Emilio, se perdió en la retaguardia quedando fuera del alcance de nuestra vista desde lo alto del Cementerio. Tal vez también resultó engullido por el famoso “agujero negro”.

Saldo de la batalla: una baja por vanguardia y otra por retaguardia.

Los debutantes

Todos menos Paco


1 comentario:

  1. Si algún día me animo a dar una vueltica con vosotros, se me tragará el agujero seguramente por la retaguardia!

    ResponderEliminar

Tú opinión nos interesa.