domingo, 5 de octubre de 2014

LOS "HUEVOS" DE ALICIO


Asisten: Juan Miguel, Fernando, Paco, Antonio, Anselmo, Pedro y José Manuel. Alicio y su hijo Alberto ejercieron de estupendos anfitriones en Pedernal.


Ruta: Pedernal, Villar de Peralonso, Tremedal de Tormes, El Gejo de los Reyes, Villaseco de los Reyes, Pantano de la Almendra, Villaseco, Berganciano, Puertas, Cerezal de Puertas, Pedernal.


Comentarios:
Mañana nubosa y fresca que luego mejoró para tornarse en muy agradable para la bici. Viaje en varios automóviles hasta el Pedernal con parada en Villarmayor para abastecimiento de pan. Sin incidencias destacables.

Llegada a Pedernal a las 10:00 (hora prevista), saludo a los perros de Alicio, foto de familia y comienzo de ruta, abrigados. Mi 8.0 ha quedado muy favorecida tras los retoques de A.D. y así lo hago saber a mis acompañantes.

El ritmo es intenso desde el primer kilómetro. Pareciera que nos aguarda una suculenta cuchipanda en meta. Ya veremos… 

Aunque la ruta transcurre por asfalto, la carretera es poco transitada y el paisaje no tiene desperdicio, entre encinas, robles y ganado. En Villar de Peralonso giramos a la izquierda para enfilar hacia Tremedal (debe ser abreviatura de “dar tremendo al pedal”, por el ritmo que llevábamos).

Continuamos hacia Gejo de los Reyes y después hacia Villaseco, localidad principal de la comarca cuyos orígenes se remontan a la repoblación de la zona promovida por los reyes leoneses en la Alta Edad Media. Como Antonio conoce la zona sugiere un camino con muy buen firme que nos conduce al pantano de la Almendra. Fotos, wc, galletitas, bromas “caca de la vaca” y retorno hacia Villaseco por una cuesta que no fue tal.

De nuevo Antonio ejerce de anfitrión para visitar la iglesia y después la ermita de Nuestra Señora de los Reyes en un entorno bastante agradable. (Pena que estuviera cerrada)
Vuelta por carretera, esta vez por Berganciano, Puertas y Cerezal a un ritmo vertiginoso. El último tramo hasta Pedernal por un camino precioso entre ganado y abriendo “porteras”, me hizo recordar las melodías de los dibujos animados de Heidi (“abuelito dime tú…”)

Lo que ocurrió después queda para el recuerdo y memoria de los asistentes. Sólo decir que Alicio y Alberto superaron con creces las expectativas que titulan esta humilde crónica.  

Algunos recuerdos:






































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