

Partíamos casi a las 10 Fernando, Juan Miguel, los dos Pacos y yo (José Manuel), en una ruta que a priori parecía sencilla aunque un poco larga para nuestra costumbre.
Cruzamos el Tormes por el puente peatonal del polígono del mismo nombre y enfilamos el carril bici hasta Santa Marta. Nada más entrar, cogemos la cuesta de la derecha para subir en dirección a la autovía y justo antes nos adentramos en el camino que, tras varios toboganes y cruces por la autovía, nos conduce a Pelabravo. Hasta aquí el camino un poco pestoso, pero fácil.
De Pelabravo enfilamos otro camino llano que nos dirige hasta Calvarrasa de Arriba, pero antes de entrar nos desviamos a la izquierda para dirigirnos a Villagonzalo. El viento en contra y los chinarros del camino hacen dificil el trayecto, así que aprovechamos para hacer algunas fotos con bonitas vistas de fondo.

La cuesta es dura; a mi se me "para" la bici y me cuesta "Dios y ayuda" ponerla de nuevo en marcha, por lo cual me siento un poco defraudado (conmigo mismo). Los demás suben bien, bueno a Paco 2 también le cuesta un poco y hace un tramo "a patita".

Las preciosas vistas de Salamanca por los cuatro costados, el aroma de tomillo, el sabor del jamón, los "taninos" del vino, ... ¡En fin!, lo que darían muchos por disfrutar este momento.

Después a alguno le dio por salirse de la carretera y enfilar un camino que me las hizo pasar "putas" (por la cuesta de Gargabete), haciendo una "S" para volver de nuevo a la carretera. En la urbanización Valdelagua nos desviamos para enfilar a Santa Marta y coger el carril bici. Perdemos a Paco 2 que hace el "haraquiri".
Ya estoy mejor porque noto cerca las "birritas". Paco se despide porque también se le hace tarde, así que llegamos hasta el "Camigles" Juan Miguel, Fernando y yo. El resto os lo podeis imaginar...
Y el miércoles, "El Cervero"...
Espectacular subida a la meseta, espectaculares vistas, espectacular bocata de jamón, espectacular bajada, y espectacular cerveza.
ResponderEliminarAunque hay uno que faltò, algún día se presentará.
Magnifica jornada de ciclismo. Tal como prometió Fernando, las vistas desde el alto de CarpioBernardo, espectaculares. Y allí con el solito, el jamón, la bota de vino y la estupenda compañía, vaya rato agradable que pasamos. Quizá fueron muchos los kilómetros ... si la hubieramos acortado un poco no me habría perdido la jarrita.
ResponderEliminarA alguno dejaron tirado con un pinchazo por el ansia de beber o de volver.
ResponderEliminarHabía una gasolinera a mano izquierda y pude inflar la rueda. Aguantó hasta otra gasolinera (tuve un tramo a patita) la de Cepsa pasada la via y así hasta casa. No tenía bomba.
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